intervención en el edificio y entorno de la antigua central eléctrica de Bárzana, concurso de ideas 3er premio
situación: Quirós, Asturias, España
superficie: 400 m2 + 4.500 m2 de parcela
año: 2007
La central del Robloso, en Bárzana, es un ejemplo de las pequeñas centrales hidroeléctricas puestas en funcionamiento hacia 1930 en los medios rurales. Las mejoras acometidas en las infraestructuras de electricidad nacionales suponen el abandono de estas centrales hacia 1960, debido a su escasa producción. En el caso de la central de Bárzana, este abandono provocó una recuperación de la vegetación original -bosque y matorral- que poco a poco fue sepultando todas las estructuras que formaban parte de la central, acentuando la ruina de la instalación.
Tras años de abandono se decide desarrollar un proyecto museográfico sobre el genérico “El valor del agua” como recurso en general, y como fuerza motriz de la energía hidráulica en particular. La recuperación y limpieza del bosque forma parte de la recuperación de la central, que requiere una intervención que sobre todos los elementos de interés que forman parte de la memoria del lugar: el agua, el bosque y la central.
Nuestra idea de proyecto considera los elementos de la propuesta de un modo activo, interactuando con el paisaje y señalando puntos de interés en la parcela que permiten aprehender el lugar en toda su complejidad -escalera-mirador, edificio múltiple-.
A partir del elemento principal, el paisaje del agua, desarrollamos la transformación de la central eléctrica -generación de energía, entorno natural- en un laboratorio de creación artística contemporánea basado en la temática del agua. La rehabilitación y puesta al día de los elementos de arqueología industrial incluye la adecuación de los espacios que los circundan en plataformas que se comunican entre sí, desarrollando circulaciones longitudinales a lo largo de la parcela. La comunicación permite que los elementos formen un sistema complejo, complementando sus usos en un orden lógico y coherente, donde estas plataformas juegan el papel de comunicadores de cultura y experiencia: en estos lugares se promueve una interacción más directa con la obra, y de la propia obra como elemento participante de un diálogo con el entorno. Así, los espacios adyacentes a la central apoyan el desarrollo de actividades culturales y creativas -teatro, videoinstalaciones, instalaciones sonoras-.
El río Quirós es la frontera natural de la parcela. Sobre él se desarrolla una de las superficies verdes del proyecto, que por sus dimensiones permite celebrar gran número de acontecimientos sociales.
El edificio de usos múltiples se sitúa en el extremo de la parcela, junto al azud, sobre el cauce, concentrando su atención en el río. Su programa comprende un pequeño bar y terraza, donde descansar de las actividades artísticas y relajarse con el sonido del agua. Las terrazas y miradores del edificio permiten interpretar paisajísticamente otros elementos existentes -el aliviadero, el canal de aportación, el canal de descarga, el pozo de carga y el comienzo de la tubería forzada- que forman parte de la generación eléctrica.
La escalera-mirador, situada en el borde del camino superior de acceso, tiene vistas privilegiadas a toda la parcela, permitiendo una compresión global de la actuación: identifica no sólo el paisaje del entorno, sino el recorrido del agua en su transformación en energía eléctrica como un proceso de creación. Marca uno de los dos accesos posibles a la parcela: un pequeño camino que desciende suavemente hasta la cota de la central hidroeléctrica. Su condición de elemento fronterizo lo convierte en un hito, indicando la presencia del centro de arte-río-central hidroeléctrica.